Bosch no solo inventó el Programa Electrónico de Estabilidad (ESP), que es la tecnología que mejora la estabilidad del vehículo al detectar o reducir la pérdida de tracción, sino que también fue la primera empresa en incorporar el Sistema Antibloqueo de Ruedas (ABS) en la producción en masa. ABS aplica el líquido de frenos que engrana los calibradores y las pastillas de frenos, lo cual frena el coche sin bloquear los neumáticos. El sensor de velocidad de ruedas transmite la velocidad de estas a la ECU, lo cual determina la cantidad de presión que el ABS puede aplicar de forma segura. Bosch es líder mundial en materia de tecnología de sensores de velocidad de ruedas de equipo original. Los sensores de velocidad de ruedas (WSS) Bosch ofrecen información sobre las características de rotación de las ruedas a la unidad de control de ABS/ESP.

Los nuevos sensores universales Bosch para sistemas de monitoreo de presión de neumáticos (TPMS) miden la presión de aire de los neumáticos del vehículo en tiempo real y la transmiten por radio directamente a la unidad de control.

El programa electrónico de estabilidad (ESP) de Bosch ayuda al conductor en casi todas las situaciones críticas de manejo. Complementa el funcionamiento de los sistemas de freno antibloqueo (ABS) y el sistema de control de tracción, pero puede hacer mucho más. Detecta los movimientos de patinaje del vehículo y los contrarresta de manera activa. Eso aumenta de forma considerable la seguridad al manejar. La tarea fundamental de ESP es evitar que el vehículo patine. No obstante, las posibilidades que ofrece van más allá. Debido a que puede acumular presión de frenado independientemente de la posición en la que esté el pedal de los frenos, ESP puede realizar una gran cantidad de funciones del llamado valor agregado. Dichas funciones ofrecen una mayor seguridad al conducir y permiten que el conductor tenga una experiencia de manejo más cómoda y de mayor agilidad.